Para ello, previo a todo acto quirúrgico, la información, discusión de posibles alternativas a un tratamiento, diálogo abierto entre médico-paciente son claves angulares para conseguir que nuestras pacientes queden satisfechas y contentas con el resultado.
En la primera consulta, el Dr. Macía analiza dos aspectos importante en sus pacientes:
- Expectativas del paciente: qué es lo que espera con la cirugía. Valoración de si los objetivos del paciente pueden ser cumplidos o no.
- Nivel de exigencia del paciente: Es muy importante saber el grado de perfección que busca el paciente. A veces, es recomendable no realizar un cirugía ya que el paciente busca cambios que la cirugía no le puede proporcionar y por tanto siempre será un paciente insatisfecho.
La cirugía no es una ciencia exacta, y cada paciente se recupera y evoluciona de forma diferente. La cicatrización afecta siempre en los resultados. Siempre explicamos a los pacientes que la perfección completa después de la cirugía de feminización facial es una cosa rara.
El buen paciente candidato a una cirugía de feminización es el que busca mejorar su aspecto para hacerlo más femenino. Un paciente que no está dispuesto a aceptar pequeñas imperfecciones no debe someterse a una cirugía de feminización facial.
